Publicado el

Nunca es tarde para deshacerte de rutinas que te perjudican

¿Quieres dejar de despertarte de mal humor? ¿Dejar de comer comida chatarra? ¿Abandonar el sedentarismo?. Descubre cómo dejar atrás los malos hábitos con estos 8 consejos:

Plano cenital de un cenicero con colillas de cigarro y una taza con café sobre un fondo color naranja.
  1. Identifica aquello de lo deseas liberarte: El primer paso para cambiar los malos hábitos es hacer una lista con todas esas rutinas o costumbres que deseas modificar o eliminar de tu vida. ¡No importa cuán larga sea!
  2. ¿Qué te aportan esos hábitos? Ahora que tienes tu lista, es momento de reflexionar sobre lo que te aporta cada uno de esos hábitos negativos. Por ejemplo, ¿tu sedentarismo está relacionado con la necesidad de relajarte después del trabajo debido al estrés? Anota tus motivos, ya que están relacionados con el siguiente punto.
  3. Encuentra una actividad alternativa para reemplazar esos malos hábitos: Siguiendo el ejemplo anterior, ¿qué tal si en lugar de quedarte en el sofá cada tarde, buscas alguna actividad específica para relajarte? Seguramente encontrarás una opción que funcione para ti. Nuevamente, toma papel y lápiz, y elabora una lista de posibles actividades sustitutivas para cambiar esos malos hábitos.
  4. Planifica esa nueva actividad: Incorporar un nuevo hábito en tu rutina puede ser desafiante, así que deberás hacer espacio real para ello o encontrar a alguien que te acompañe y te ayude a introducirlo en tu día a día.
  5. Comienza despacio. A veces, los objetivos son ambiciosos y requieren tiempo. Tómatelo con calma y establece objetivos a corto plazo que te ayuden a avanzar gradualmente. Nadie logra correr un maratón después de entrenar solo unas pocas semanas.
  6. Busca la compañía de aliados: Encontrar un aliado para evitar malos hábitos y desarrollar nuevas rutinas puede ser una excelente manera de lograrlo. Comparte tus objetivos y progreso con un amigo o familiar. Alguien cercano siempre tendrá tus mejores intereses en el corazón y estará genuinamente interesado en tu éxito.
  7. Divide tu objetivo: Aunque tu meta esté lejos, cada paso que des te acercará a ella. Establece objetivos a corto plazo para motivarte a medida que vayas alcanzando logros.
  8. Mantén presente los beneficios de abandonar los malos hábitos: Nadie realiza un cambio si no tiene algo que ganar. ¿Cuál es el propósito de ese cambio para ti? Encuéntralo y mantenlo muy presente durante tu camino hacia la meta.

Recuerda que cada pequeño avance cuenta y te acerca a una vida más saludable y equilibrada.
¡Estamos seguros de que puedes lograrlo!

Publicado el

Cultiva tu mundo interior

Dedicar tiempo y recursos a cuidar nuestro mundo interior, nos permite sentar las bases para una vida plena y satisfactoria en todos los aspectos.

Ilustración de gente diminuta alrededor de una cabeza femenina de donde crece un jardín de flores
Imagen diseñada por pch.vector / Freepik

Hablar de cuidar nuestra salud implica prestar atención tanto a la salud física como a la salud mental. En cuanto a nuestro bienestar físico podemos centrarnos en tres pilares básicos: una alimentación equilibrada, el ejercicio regular y el descanso. A nivel salud mental puedes trabajar en tres componentes:

  • Pensamientos y creencias
  • Actitudes y valores
  • Emociones

Tus pensamientos y creencias

El primer componente de tu mundo interior es tu diálogo interno, es decir, la manera en la que piensas. Tus pensamientos y creencias acerca de ti mismo y del mundo pueden afectar tu salud mental y emocional.

Si te enfocas en pensamientos negativos o limitantes, es más probable que experimentes ansiedad, estrés o sentimientos de tristeza y desesperanza. Por el contrario, si aprendes a cuestionar y reemplazar tus pensamientos negativos por otros más positivos y realistas, podrás mejorar tu bienestar emocional. Identificar tus pensamientos y creencias irracionales y transformarlos en ideas realistas y potenciadoras es una forma efectiva de cambiar tu diálogo interno y mejorar tu salud mental.

Tus actitudes y valores

Lo segundo que necesitas para cultivar tu mundo interior es modificar tus actitudes y valores; es decir, la importancia que le das a cada aspecto de tu vida y lo que consideras importante para ti. Elegir con cuidado aquello que te parece valioso puede marcar totalmente la diferencia.

Las emociones que sientes habitualmente.

Por último, tus emociones también son importantes en tu salud mental. Aprender a reconocer y expresar tus emociones de forma adecuada es clave para mantener un buen equilibrio emocional. Si evitas tus emociones o te dejas arrastrar por ellas, es más probable que experimentes problemas de ansiedad o depresión. Sin embargo, en lugar de intentar cambiar tus emociones directamente, es más efectivo modificar tus pensamientos, tus valores y tu estilo de vida de una forma que te aporte mayor felicidad.

Es importante mencionar que en casos extremos donde tus sentimientos estén descontrolados, las terapias psicológicas pueden ayudarte a gestionarlos. No obstante, en general es recomendable preocuparse por las emociones solo una vez que tengas bajo control los otros dos elementos de tu mundo interior.